El domingo helado en Alto Camet se moja además con chaparrones despiadados. Barro y frío. Pero un gatito gracioso, blanco y negro, se aparece en la vereda a saludarnos, y al atardecer una luna apenas creciente adorna el cielo de ámbar traslúcido, ya limpio de nubarrones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario