Anoche, Dios Padre durmió mal y hoy se levantó de malhumor. Mira hacia abajo y la pequeñez que observa le revuelve el estómago: ¿cómo se atreven? Murmura: estas cucarachas, estas lauchitas, porque ni a ratas llegan, me desafían…Se sirve un café y lee en un portal inmobiliario que se construirá una torre el doble de alta que las Petronas, la de Taipei, la de Shangai , más alta todavía, más y más…De bronca que le da, pega un puñetazo sobre la mesa. Y ahí nomás, sin contener la rabia, entra al Sistema y liquida con unos comandos a los traductores de Google.
Y así fue que los humanos dejaron de entenderse entre ellos y las torres más altas, las que podían llegar a la morada del Padre, no pudieron entonces prosperar.
1 comentario:
Ni a la luna los hubiera dejado llegar...! ja ja
Mrin
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