lunes

Babeles

Desde arriba, Dios Padre ve ya hace tiempo que los humanos construyen altas, altísimas torres que rozan las nubes y, por lo que deduce, están tratando de llegar hasta él. Hasta su propia morada, sus dominios, ¿y para qué, acaso quieren espiarlo?, como si no les bastara que ya los dejó pisar la Luna y enviar chiches no tripulados a otros planetas.

Anoche, Dios Padre durmió mal y hoy se levantó de malhumor. Mira hacia abajo y la pequeñez que observa le revuelve el estómago: ¿cómo se atreven? Murmura: estas cucarachas, estas lauchitas, porque ni a ratas llegan, me desafían…Se sirve un café y lee en un portal inmobiliario que se construirá una torre el doble de alta que las Petronas, la de Taipei, la de Shangai , más alta todavía, más y más…De bronca que le da, pega un puñetazo sobre la mesa.  Y ahí nomás, sin contener la rabia, entra al Sistema y liquida con unos comandos a los traductores de Google. 

Y así fue que los humanos dejaron de entenderse entre ellos y  las torres más altas, las que podían llegar a la morada del Padre, no pudieron entonces prosperar. 



1 comentario:

Anónimo dijo...

Ni a la luna los hubiera dejado llegar...! ja ja
Mrin

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