Esta metodología de envejecimiento tiene aplicación sobre papeles tales como
memos, notas, avisos comerciales,
catálogos, presupuestos, ofertas,
ofrecimientos no solicitados de cualquier tipo, y otros de índole parecida
en formatos impresos, que por algún perverso mecanismo inducen a pensar que
puede ser útil conservarlos para alguna hipotética situación futura y que por
eso no son arrojados a la basura de inmediato, tal como nace de un impulso natural que se reprime:
1) Se toma el papel del que se trate y junto con su molesta interpelación
se lo guarda en un cajón o carpeta. En este primer paso es
imprescindible que bajo ningún concepto quede a la vista.
2) Luego vuelve uno a sus actividades cotidianas, y personas y situaciones habituales, y se deja pasar un
tiempo más o menos largo, según los ímpetus de limpieza de cada cual.
3) Cuando el tiempo haya transcurrido un día se ejercita la limpieza y
cuando se abre el cajón o carpeta se encuentra el papel en cuestión ya envejecido.
La nota o memo, el aviso, presupuesto, catálogo, oferta, etc., ha perdido su poder interpelativo y demandante, y las fechas antes imperativas se han vuelto
liberadoramente caducas.
4) Entonces se lo tira. Se lo puede tirar con dos sistemas:
a) Hacer un bollo y
arrojarlo contra la pared o embocarlo a un cesto.
b) Sostenerlo con una
mano y con la otra rasgarlo de arriba abajo; tomar estas dos mitades y
volverlas a rasgar de arriba abajo, y proseguir con esta técnica hasta que
quede reducido a pequeñas fracciones irreconocibles.
NOTA: aunque es más
difícil guardarlas en carpetas o cajones esta metodología de envejecimiento
también puede emplearse para situaciones y personas.
8 comentarios:
Un papel viejo, ordenado en carpetas o bolsas (!) rotuladas y apilado junto con otros es un papel al pedo feliz.
Encontrar un papel viejo con anotaciones importantisimas (que con el tiempo se vuelven en anotaciones "al gas") genera lo que se denomina "cansancio quimico", esto es, una reaccion similar al cansancio producida por agentes quimicos presentes en el cuerpo que se desacomodan o desequilibran con un catalizador. En este caso el catalizador seria un objeto, un papel viejo que demanda una decision: revisar su contenido, decidir su importancia y luego tirarlo o no tirarlo.
Revisando la casuistica un papel viejo va acompañado de otros y podria decirse que es una condicion sine qua non. Por lo tanto, siguiendo una logica proporcional cuanto mas cantidad de papel viejo mas potente la reaccion quimica antes citada.
En America del Sur, el vulgo supo bautizar esta reaccion cientificamente comprobada como "Fiaca".
Como se hacía antaño con las biblias apócrifas que existieron en las primeras décadas del siglo XX, se los puede enganchar en esos cuartos, que en general están construidos de chapa y madera, y que coexisten en los fondos de algunas casas, ya antiguas, ya viejas...y de esa forma "utilizarlos" para un fin en sí mismo, que es el simple y llano acto de limpiarse el culo...y de esta forma, podremos recordar el tango de Discépolo y su estrofa fatal: la biblia junto al calefón!
Lo más grave es utilizarlo también para situaciones y personas. La metáfora está clara.
También se pueden "coser" como un expediente y guardarlos por tiempo indeterminado.
Uhhh! el papel viejo con anotaciones importantísimas no estaba contemplado! las reacciones químicas que puede desencadenar son graves, y el resultado final es con frecuencia ese "cansancio químico", en efecto: uno cierra de vuelta la carpeta o cajón, bolsa rotulada o lo que sea, a ver si con más tiempo se hace viejo del todo, desaparecen los gases y se lo puede tirar libremente
alejandroooo!!! esto tampoco se me había ocurrido!!
je, sí...más de una vez he tenido ganas de olvidarme de situaciones y de personas en algún cajón, y que se hagan viejos ahí para que pierdan poder
pero cosidos y guardados seguirían vivos, y la cosa es poder tirarlos
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