Isabel Garin
Sembrando el viento
Un blog de obstinadas semillas literarias
miércoles
Tareas
jueves
Estrellas cercanas
Hoy a la mañana con ayuda de un chico vecino que se
trepó al pino, pudimos bajarla. Palpitaba. A la luz del sol casi desaparece de la vista pero desde el
atardecer brilla parpadeante y blanco-azulada
en la palma de la mano. La colgué de un hilo a la entrada de casa.
sábado
Mención a mi poemario Alto Camet cielo y tierra
Con alegría les cuento a las amigas y amigos que mi poemario Alto Camet cielo y tierra y otros poemas recibió mención en este importante concurso.
Alto Camet es el barrio de Mar del Plata adonde vine a instalarme definitivamente hace muy poco. Esos versos nacieron de este barrio, y de la vida que corre en él y de cómo se deja ver y tocar. Otros poemas nacieron del inevitable mar y de otras circunstancias del vivir.
Me produce satisfacción además el reconocimiento a Alto Camet, un barrio periférico de Mar del Plata que al igual que otros parecidos es olvidado por las autoridades, y en donde las carencias están a la orden del día.
Gracias al jurado: Diana Bellesi, Roberta Iannamico y Sergio Raimondi, y a los jurados de preselección.
El Instituto Cultural anuncia los ganadores del Concurso de Poesía Néstor Perlongher
Se dieron a conocer los resultados de la primera edición del certamen que busca dar a conocer las voces contemporáneas y las expresiones diversas de la Provincia. La premiación se dará en el marco del II Festival Bonaerense de Poesía.
El Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, a través de la Dirección Provincial de Promoción de la Lectura, realizó la primera edición del Concurso de Poesía Néstor Perlongher. Durante el certamen se presentaron 636 obras, correspondientes a poetas de 75 distritos bonaerenses. La entrega de premios se realizará el próximo sábado 9 de noviembre, a las 19:30, en el Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino de La Plata (Av. 51 e/ 9 y 10).
El concurso tiene un gran legado histórico, lleva el nombre del poeta, escritor, periodista, sociólogo y militante LGTB Néstor Osvaldo Perlongher, nacido en Avellaneda en 1949 y que falleció el año 1992 en San Pablo, Brasil. Con ello la Provincia le rinde homenaje a una de las voces más destacadas de la poesía.
El jurado, compuesto por Diana Bellessi, Sergio Raimondi y Roberta Iannamico, seleccionó las obras que formarán parte de una publicación de Ediciones Bonaerenses, el sello de la Provincia de Buenos Aires.
Los ganadores de esta primera edición son: José Luis Frasinetti, oriundo de General Belgrano, presentó su obra “Tierra Viva”; Luciana Maxit, de Mar de Ajó, con su obra “El Interurbano”; y Tomás Fernández, nacido en Pergamino, con la presentación de “Ultramundana”.
Menciones Especiales:
- “Los amores imaginarios” (Imanol Guerschman, Morón);
- “Elefante” (Alan Cabral, Lanús)
- “Parece que no hacemos nada” (María Macarena Peralta Confalonieri, Tandil)
- “Cosas que mueren de a poco” (Alina Moro, Lomas de Zamora)
- “Alto camet, cielo y tierra y otros poemas” (María Isabel Garin, 25 de Mayo)
- “La mujer que entiende el lenguaje de las plantas” (María Tamara Domenech, La Plata)
- “El giro afectivo” (Florencia Bossié, La Plata)
- “Hacia aquí hacia mí” (María Eugenia López, La Plata)
- “Hacinado” (Ayrton Cuella, Lomas de Zamora)
- “Formas de mirar tu ausencia” (María Virginia Caresani, Tres de Febrero)
- “Sopa picada” (María Belén Aguirre, Vicente López)
- “Una temporada en la luz” (Juan Fernando García, Necochea)
- “Bajo hondo” (Gerónimo Sebastián Unibaso, Bahía Blanca)
En el marco del Plan de Fortalecimiento del Libro y la Lectura, el Instituto Cultural anunció también la segunda edición del Festival Bonaerense de Poesía que se desarrollará el 9 y 10 de noviembre en el Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino de La Plata.
Este encuentro tiene como objetivo visibilizar la diversidad y la riqueza de la producción poética de la Provincia. Por segunda vez participarán grupos, proyectos y colectivos vinculados a la lectura, la escritura, la edición y el arte en general.
En una amplia grilla, están previstos homenajes a poetas de la Provincia de Buenos Aires como Roberto Juarroz, Aurora Venturini, María Elena Walsh y la fotógrafa Sara Facio y a autores desaparecidos durante la dictadura militar y una celebración especial a la palabra poética bonaerense. Podés conocer el cronograma en la página web del Instituto Cultural bonaerense.
La poesía es una de las expresiones fundamentales de todo el territorio y a lo largo de la historia proliferaron poetas de importantísima trayectoria como Aurora Venturini, Francisco López Merino, Alejandra Pizarnik, Ana Emilia Lahitte, Roberto Juarroz, Nestor Perlongher, María de Villarino, Leopoldo Lugones, José Hernandez, Horacio Castillo, María Elena Walsh y Atahualpa Yupanqui entre muchos/as.
El Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires realizó la primera edición del Festival Bonaerense de Poesía en 2023 con la participación de más de 100 poetas bonaerenses y artistas invitados, feria de editoriales independientes, charlas, lecturas, performances, homenajes, shows musicales y talleres para las infancias.
jueves
Mudanzas
Me admira reencontrarme con libros que atesoré y que ahora no me importa guardar. Los habré atesorado por variadas razones más allá de la estricta lectura: porque me los regalaron, porque en algún momento se trataba o debatía mucho tal tema o tal autor, porque el autor estaba de moda, porque me recuerdan a alguien, porque me llegaron en “herencia” de otras mudanzas, y así.
Y ¡ay! las ediciones baratas, cuyas hojas resecas y de color amarillo oscuro pareciera que van a quebrarse de nada, y cuya encuadernación no soporta
una nueva apertura porque se desarma, como un ancianito que ya no pudiera hacer
ni un esfuerzo más.
Y ¡oh! los que ahora están en Internet, esos clásicos españoles, aquellos
Shakespears, los otros rusos, esos tesoros de la literatura universal, diría
una solapa. Si están en la infinita web no los guardo impresos para mí, porque
los leo en un dispositivo lector.
La mudanza de libros va tomando forma con esta selección en verdad
negativa: selecciono los que no me llevaré. Llevo una colección de historia a
una biblioteca vecina, llevo los estropeados irrecuperables a un contenedor
para que sean reciclados, y al hacerlo justo pasa un chico cartonero al que le
brillan los ojos por hacerse de esta buena carga de una sola vez.
Y miro ahora mi biblioteca más chica pero despejada y renovada, lista para
mudarse: me gusta. Y me pregunto: ¿qué es lo que muda en una mudanza? Y me
contesto: soy yo la que muda. Hago una mudanza interior al tirar, despejar,
limpiar, hacer espacio, mover lo que estaba quieto y abrir lo que estaba cerrado.
sábado
Iba yo con mi bolsita de pan
Iba yo con mi bolsita de pan, una tira de miñones blancos y otra tira de miñones negros, rumbo a la parada del colectivo. A media cuadra de llegar, por Plaza Rocha, un hombre joven me aborda.
Señora - dice- me daría un poco de pan?
Abro la bolsita y le doy.
Iba yo con mi bolsita de pan comprado en Chajamar rumbo a la parada del colectivo. Por Plaza Rocha un muchacho me aborda.
Señora, dice, me daría un poco de pan?
Abro la bolsita y le doy.
Iba yo con mi bolsita de nailon blanco, llevando pan. Un hombre joven que estaba en Plaza Rocha me aborda.
Señora, me daría un poco de pan?
Abro la bolsa. Echa una mirada al
interior pero no hay queso ni paleta. Le doy.
Iba yo con mi bolsita de pan, pan blanco y pan negro, crocante, del día, y por Plaza Rocha un muchacho me aborda.
Señora - dice - me daría un poco de pan?
Abro la bolsita y le doy.
Iba yo con mi pan del brazo, colgado, blanco y negro, transparente en su bolsita de nailon se adivina. Un hombre joven me aborda.
Señora, me daría un poco de pan?
Abro la bolsita. Le doy. Un poco de pan, blanco y negro.
Señora, me daría un poco de pan?
Escrito sobre la harina abro mi pena y le doy.
viernes
Amargos viajes
miércoles
La espera
Mi amiga Rosario, que es ordenada y detallista, tiene sobre un estante tres vasijas de barro puestas en hilera. Las pequeñas vasijas son de Jujuy, las trajo de un viaje a
En otra de las vasijas Rosario guarda pequeños objetos punzantes. Son chinches con sus cabezas rojas, azules y verdes; alfileres, clips variados y clavos de diversos tamaños y tornillos de cuerpos torneados. Los clavos y los tornillos son sobrantes de arreglos que solo muy de tanto en tanto se hacen y Rosario no recuerda desde cuándo viven en la pequeña vasija, tanto tiempo llevan ahora sin ser utilizados. También hay ganchos muy malintencionados, con puntas filosas por sus dos extremos, y dos clavos miguelito de recuerdo de remotas y duras manifestaciones en las que participó en su juventud. Cada vez que Rosario toca o abre esa vasija siente en la mano una aprensión táctil, dice, una sensación de que la misma vasija es agresiva y filosa.
En la tercera vasija, Rosario guarda pequeños objetos inclasificables. Casi todos ellos extraviados, por ejemplo: una tapita con rosca que la desveló suponiendo que cerraba el conducto de algo importante que, sin tapar, se desinflaría y desaparecería del universo; una extraña bolita metálica que barrió un día por sorpresa y que corría por el suelo con vida propia; lo que parece un topete clásico pero que después de probado en las patas de las sillas de su casa no correspondía a ninguna de ellas; tres cuentas de collar que también aparecieron debajo de muebles una mañana de limpieza pero que no son de ninguno de los suyos; una ruedita con el exterior metálico y el interior de goma; una tapita cóncava, y otra tapita convexa pero que no coincide con el tamaño de la cóncava (Rosario lo ha comprobado); una arandelita de bronce cuyo sonido al caer ella escuchó claramente, desprendida de algún artefacto que no pudo identificar, y otros objetos diminutos que le causan una mezcla de curiosidad y de enojo, a veces por no poder reconocer sus orígenes y otras veces por no poder desprenderse de ellos sin más, tirarlos a la basura y listo, en la perseverante espera de que un día les encontrará su precisa ubicación en el caos de las cosas.
domingo
Dia de invierno en Alto Camet
El domingo helado en Alto Camet se moja además con chaparrones despiadados. Barro y frío. Pero un gatito gracioso, blanco y negro, se aparece en la vereda a saludarnos, y al atardecer una luna apenas creciente adorna el cielo de ámbar traslúcido, ya limpio de nubarrones.
jueves
Bebé
Observado por la madre que la hijita no me molesta, se vuelve a charlar con la amiga que va parada al lado. Yo me quedo jugando con la beba. Me cerró el pulgar y sin soltarlo ahora jugamos a hacer un balanceo con el dedo y la mano. A izquierda y a derecha, no me lo suelta, cierra con fuerza sus deditos sobre mi pulgar derecho. Con mucha fuerza. Me llama la atención la fuerza que tiene. Parece que el juego del balanceo la divierte, me hace unas sonrisitas muy graciosas. Mientras, me aprieta el dedo cada vez más. ¿De dónde saca tanta fuerza? Ahora deja de sonreír y me clava una mirada…que no parece de bebé. Quiero soltarme porque ya jugamos, ya está bien, y porque me resultan rara esa mirada y la fuerza que tiene.
Detengo el movimiento de la mano y la observo. No me suelta el pulgar y le
brillan los ojos. Creo que se está divirtiendo. Sacudo la mano con fuerza pero
no la libero. Estoy asombrada.
La mamá sigue charlando con la amiga. La beba me aprieta tanto que ahora me
hace doler. ¿Cómo es posible? Levanto mi mano izquierda para retirar la suya
agarrándola de la muñequita regordeta, y entonces me adivina la intención: me
aprieta con todas sus fuerzas, veo atónita cómo tensiona la mano y el bracito,
y hasta la cara. Yo siento agujas en mi dedo tan intensas que casi me hacen
gritar y tan profundas que me llegan al hueso. Y entonces escucho y siento “crack” el hueso del pulgar. Crack.
Y en ese momento la amiga dice “bajamos acá” y la mamá se para con su bebé.
La beba me mira por sobre el hombro de la madre. La mirada le brilla.
A mí me cuelga el
pulgar.
lunes
Buzones
Pero en este momento escribo este post con teclado y con la misma letra para todos que concede Facebook, y con la inmediatez desaforada de estos tiempos. Que no tiene retrocesos. Pero que para los correos electrónicos tuvo que dar el nombre de Buzón, como el de aquellos rojos que recibían cartas en papel, porque otro más ajustado para la función no había.